Es difícil encontrar las palabras cuando no se tiene nada que decir.
Es difícil encontrar qué decir cuando no se tiene nada que pensar.
Intento comenzar, o re-comenzar, esta aventura probablemente fugaz con la ayuda de mi sentimiento explorador, casi nuevo.
Intento explorar nuevamente los más ocultos pensamientos y quizás encuentre algo que valga la pena sacar a flote y exponerlo a través de una extenuante búsqueda de sintaxis y morfología estética que se va convirtiendo en la parte más divertida.
Quizás algo bueno saldrá de esto, quizás volverá a convertirse en una herramienta de auto-conocimiento o simplemente será una forma de perder algunos minutos del día.
Lo bonito y lo importante es que siempre podré volver a atrás y ver todo lo que acá expuse alguna vez para reconocerme, reír y por supuesto , avergonzarme.
Era un hasta luego y bueno, hoy es luego.